
El estilo modernista en Martorell tiene un nombre propio: Josep Ros i Ros (Martorell, 1885–1951). Se podría considerar el arquitecto municipal del Baix Llobregat, ya que se encargó de diversas obras en toda la comarca, especialmente tras la Guerra Civil, para reedificar edificios, mayoritariamente de carácter religioso, como las iglesias de El Papiol y Sant Feliu, que a partir de 2004 pasó a ser catedral.
La arquitectura de Josep Ros i Ros, a pesar del eclecticismo de algunas obras iniciales, se mueve principalmente entre el modernismo y el noucentisme. Rompió con la arquitectura tradicional del siglo XIX y, bajo la influencia de Manuel Raspall, introdujo nuevas corrientes estéticas en la comarca de Montserrat, aunque con cierto retraso, evolucionando hacia la adopción de las líneas clásicas del noucentisme.
En Martorell, su obra muestra la amplia gama de su producción: escultura funeraria en el cementerio municipal, como el sepulcro de la familia Bové; almacenes; las casas de Parellada; y el café y el teatro de El Progrés. También colaboró en la construcción de la iglesia parroquial de Santa Maria de Martorell, junto con Francesc Folguera, quien había sido ayudante de Gaudí en la Sagrada Familia.
La obra más emblemática de Josep Ros i Ros en Martorell es la Casa Torre Ros, situada al pie de la Serra de les Torretes, desde donde comienza el camino hacia el Castell de Rosanes. Sin embargo, su creación más conocida no se encuentra en Martorell, sino en Sant Sadurní d’Anoia, con las famosas Caves Freixenet.
Este conjunto de edificios y proyectos constituye la base de un itinerario modernista que permite descubrir la riqueza arquitectónica y patrimonial de Martorell, así como la influencia del modernismo y el noucentismo en la comarca.